Con un poco de retraso hago mi humilde crónica… es un poco tarde para escribirla… la vuelta en
casa, partido de copa con el Alcorcón. Sufrimos
mucho hasta que llegó la victoria. Con el resultado del 0-1 en Madrid y de la
forma que empezamos a jugar, no las teníamos todas o casi ninguna a nuestro favor.
Un partido que en la primera parte no
pudimos con ellos un gol en contra.Tres veces que llegan a puerta y nos clavan dos goles… miseria de público, y
la grada empieza a cabrearse. Pasaban los minutos y no había manera de doblegar
a los de Alcorcón. Llegó el empate y parecía que empezaba a resurgir con algo
de fuerza. Los pericos luchaban pero no podían amilanar al contrario que nos
endiñan otro, y adquieren ventaja. Llegamos al descanso con pocas esperanzas de
remontar el poco, público que había estaba muy descontento cuando llegamos al 2–2
las escaleras se llenaron para abandonar el estadio ya quedaba muy poco tiempo
cuando llega la alegría el español consigue el 3-2 faltaba muy poco para
terminar el encuentro, algunos no habían llegado al autobús metro o su propio
coche cuando el balón entra por última vez en la portería con el definitivo 4 –
2. Parece ser que estamos ya acostumbrado al sufrimiento, hasta el final del
encuentro que se nos hace eterno… pero también nos compensa a la afición que ya
está acostumbrada a todo esto. Hasta que el silbato no suena no podemos tirar
la toalla… o mejor dicho, hasta el rabo todo es toro. Termina el partido… todos
contentos, nos visita el Real Madrid. Un Miura muy difícil de lidiar pero antaño
en esta copa cuando le llamaban la copa del “Generalísimo” los Blanquiazules
llegaro a cortar orejas.
LA FORÇA
D’UN SENTIMENT.
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